Todos en algún momento encendimos una vela para que de luz a algo o a alguien, para que ilumine algún aspecto de nuestra vida… Más allá de la propia metáfora del acto, la luz y el calor de esta pequeña llama, este gesto, este símil que realizamos de forma consciente y muchas veces con una intención determinada, tiene su paralelismo en nuestro subconsciente y su intención tiene más poder del que creemos.
A continuación os enseñaré formas de consagrar una vela. Consagrar quiere decir Hacer Sagrado, “destinar para…” darle una intención un propósito.
La consagración de nuestra propia vela es un proceso íntimo y personal. Es a través de este acto donde impregnamos nuestra vela (a nivel energético) del propósito concreto que deseamos, a través de la energía del pensamiento, la intención, la visualización y la emoción. Se imprime la fuerza y el poder para que la energía de todos los elementos mágicos que deseemos incorporar al acto, como símbolos que para nosotros tienen una intención y nos ayuden a canalizar esa “intención” (color, aroma, cristales, fotos, objetos, etc.) y la energía se mueva en base a este propósito específico. De esta manera, reunimos todas las piezas para crear una vela mágica, viva y poderosa.
A continuación te detallo unos sencillos pasos para tener nuestra propia vela. La encenderemos siempre que queramos dar luz a nuestros propósitos. Cuando nos desviemos de nuestros objetivos, para recordar e iluminar el camino y para el que la creamos. Espero que os guste y disfrutéis de vuestra propia luz.
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CONSAGRAR UNA VELA PARA NOSOTROS MISMOS
- Crea un espacio sagrado para este momento, puedes armonizarlo con inciensos, velas, música y todo aquello que te sintonice con lo que vas a realizar. Crea un ambiente íntimo y relajado. Es importante que sepas y puedas tener un “ratito de paz” para ti.
- Ten en mente el propósito para el cuál deseas consagrar tu vela. Si te cuesta concentrarte, haz unas cuantas respiraciones profundas y ponte en una posición que te resulte cómoda.
- Frota las palmas de tus manos para abrir tus centros de energía y visualiza un rayo blanco que entra por tu coronilla, conectándote con la Fuente Divina de Luz, visualiza como este rayo desciende por tu frente, la garganta y el corazón, para finalmente, encontrar salida a través de tus manos. Este ejercicio puede resultar extraño para aquellos que nunca antes lo han realizado o tenido contacto con su propia energía, pero os aseguro que las sensación es impresionante. Comienza poniendo un poco de imaginación a la visualización y verás cómo se transforma en una sensación real.
- Toma tu vela entre tus manos y mentalmente consagra tu vela, puedes hacerlo a través de palabras sencillas como: “Yo consagro esta vela para……y tu propósito. Si te resulta extraño oírte diciendo estas palabras, hazlo mentalmente. Continua con tu vela entre tus manos, siente como vibran tus manos y como a nivel mental estás transmitiendo tus pensamientos. Repite la afirmación cuantas veces necesites. Recuerda que los propósitos sean de bien, por ejemplo, consagrarla para encontrar el amor y no para obligar a alguien a que te ame.
- Continua con tu vela entre las manos y ahora visualiza como sería si lograras tu propósito, por ejemplo, si estás trabajando con un propósito para incrementar el flujo de dinero, visualizarte con libertad económica, que sensaciones y emociones provocaría en esa sensación de desahogo económico , en fin, visualiza y proyecta todas las imágenes a tu vela. En esta parte puedes ver y buscar el cómo, intenta visualizar toda la trayectoria de tu propósito. Te ayudará a reconducir y a conocer los pasas y logros que vayas consiguiendo poco a poco hasta llegar a tu fin.
- Ahora permítete sentir lo feliz que serías si lograras tu proyecto, permítete sentir todas las emociones positivas posibles, alegría, paz, serenidad, amor, libertad, etc. Todas las emociones se están sellando en tu vela. Siente el gozo final de un propósito conseguido, tu recompensa al final del camino.
- Cuando finalices, da gracias por este momento y agradece a la vela por el trabajo que realizarán juntos.
- Tu vela ya está consagrada.
LOS ELEMENTOS MÁGICOS
La consagración es lo que “da vida”a una vela, pues es justo ahí donde impregnamos, a través de la energía, el propósito a trabajar. Sin la consagración, la vela no es más que un objeto material sin poder energético. Es través de la consagración que todos los elementos mágicos y vibratorios que añadimos, se potencian. Siempre podremos encender una vela por algún propósito concreto, pero es trabajándola donde le infundimos más poder.
Si te rodeas con elementos vibratorios o mágicos (colores, esencias, cuarzos o hierbas) procura que sean afines al propósito que quieres trabajar (amor, dinero, trabajo, salud, etc.). Si tuvieras dudas en el uso de estos elementos, te sugiero trabajar solamente con velas blancas, las cuales podemos considerarlas como “universales” pues el blanco, contiene en si, todos los colores, por lo tanto, es adaptable a cualquier propósito.
Siempre podrás incorporar el entorno de la vela, a modo de altar, todos aquellos objetos que tengan un significado para ti y para el propósito deseado. Todos estos “objetos”, con un significado personal para nosotros impregnando por nuestra propia energía y motivación,vestirán el entorno y el ritual con nuestra propia magia y personalidad. Son recordatorios de nuestro propósito y para el cual encendemos este faro en forma de vela.